Cada vez más personas se plantean dejar esta práctica, porque quien fuma no solo se causa un daño a sí mismo, sino también daña a las personas que lo rodean, los llamados “fumadores pasivos”, quienes inhalan este mismo humo, denominado “humo de segunda mano».
Ser fumador pasivo es estar expuesto a este mismo humo y absorber los mismos 4.000 compuestos químicos que los fumadores activos, de los cuales, más de 60 de estos compuestos son cancerígenos.
Quien está expuesto al humo secundario del tabaco en el trabajo o por relaciones sociales, durante largos períodos de tiempo, aumenta alrededor de un 25% el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Algunos de los componentes encontrados en el humo de tabaco, que causan cáncer son:
Otros compuestos del tabaco son el amoníaco, que irrita los pulmones y el monóxido de carbono, además del metanol que son tóxicos.
Si aprecias tu vida dejar de fumar es básico, pero además debes estar consciente de que el humo de tu cigarro puede causar daño a tus hijos y a cualquier persona que esté cerca mientras tú estás fumando. Piensa en ti, y piensa en ellos.
“Fumar acorta la Vida”.
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